Conmigo jugaron,
sin reglas y sin razón,
Pero sólo me enseñaron
a jugar sin corazón.
También me arrastraron,
Al juego sucio de las trampas,
Ahí sólo me enseñaron
a escalar sin miramientos.
a escalar sin miramientos.
Intenté también un día,
A jugar con las personas,
Y aprendí en un rato a solas,
A poder jugar sin tiempo.
A poder jugar sin tiempo.
Intenté por fin un día,
Ponerme a jugar con la vida.
Y la vida me enseñó
Y la vida me enseñó
A poder jugar sin cartas.
Intenté jugar conmigo misma,
Y me encontré bailándole a la brisa.
Comencé jugando tus cabellos,
Mas la vida me enganchó
A cada uno de ellos.
A cada uno de ellos.
Jugando una tarde,
Al fin ví tus ojos negros
Y una pasión que arde,
Comenzó a quemarme en ellos.
@manuelbrito59
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