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viernes, 27 de julio de 2018

Las flores y la mariposa


 ...y la princesa salió corriendo, persiguiendo a la estrella que avanzaba velozmente por el castillo, dirigiéndose hacia el inmenso salón de la biblioteca donde parecía encontrarse segura y cobijada. 

   La princesa entró en aquella habitación adornada de paredes azul claro terciopelo con altos estantes llenos de libros todos ellos; lo cual para la pequeña princesa, parecían como gigantescos árboles cuyos frutos se daban en diferentes tamaños y grosores. 

   La mariposa se había posado cerca de ahí, por ello, la pequeña princesa cesó su carrera y la miró detenidamente. Despacito se acercó, fue muy lentamente hacia ella, sigilosamente pudo estar tan cerca como lo estaría de una delicada flor a la cual puedes robarle la fragancia sin rozarle siquiera. 

   La mariposa movió levemente sus alas, como acariciando el aire a su alrededor; la pequeña princesa buscó de entre sus ropas y de una de las bolsas del vestido dorado y blanco de amplios encajes y múltiples adornos de brillantes y cuentas de colores, sacó una libreta del tamaño de sus palmas, de otra de sus bolsas logro sacar su lápiz de color rojo.
   
   Despacito se sentaba en el suelo, muy cerca de la mariposa, la cual parecía observarla con  complacencia. La princesa grabó de inmediato la primeras líneas sobre su cuaderno para darle forma a un dibujo de la mariposa: “Saldrás muy bien “ -le dijo- “Solo necesitas estar ahí un par de minutos y podré terminar de pintarte". La mariposa debió escucharla, pues parecía posar expresamente para ella. La pequeña niña, al terminar rápidamente su arte, exclamó:”Listo, quedaste preciosa”.

   Pareciera que todo fue al tiempo justo para que el dibujo se hubiera terminado, pues la mariposa alzó el vuelo y se desplazó hacia arriba buscando el aire fresco que entraba por una de las ventanas abiertas  que hallaban en lo alto de las paredes para después, salir por ella y perderse en el cielo. La princesita observó el vuelo completo de la mariposa y con la mirada fija en el cielo que se veía através de la ventana, suspiró: -“Desearía compartir tu vuelo”- dijo para si misma -"pero me preocupan mis padres, no sé que temor le encuentran a las mariposas”-.

   -"Huy, papá y mamá regresaron”- pensó al oír el cerrarse la gran puerta de roble  finamente tallada por antiguos artesanos y hechiceros, de los cuales recibieron antigua magia y cuyos hechizos encantaron aquella puerta que custodiaba el castillo. 

   La princesita se dio la vuelta y salió corriendo nuevamente de la habitación para así llegar hasta su alcoba. En el trayecto tropezó con Nancy, la nana, la cual se había convertido en cómplice de sus travesuras y ésta, tiernamente la cargo sobre sus amplios hombros, con paso apurado llego al aposento de la niña. 

  Al cruzar la puerta color rosa, de madera labrada con flores y estrellas, rápidamente la recostó en su camita blanda como las nubes, cubriéndola al momento con sus delicadas colchas de seda púrpura, violeta y palo de rosa.

   Los padres de la chiquilla pasaron tras de su llegada al salón comedor, en el cual les esperaban con una gran comida, ya que celebraban el aniversario numero sexto de la princesa; pero la reina, al ver el enorme festejo que habían preparado para su hija, no pudo menos que contener sus lágrimas al recordar que su pequeña hija estaba condenada. Una antigua bruja conjuró su desdicha, ya que al caer su cumpleaños de cada año, la hermosa princesita debería estar en reposo y alejada de la luz del sol o ésta la convertiría en espuma, con el riesgo de que con cualquier leve brisa la volaría con el viento hasta las nubes y desaparecería de su vida para siempre. 

   El rey vio la preocupación en los ojos de su amada reina y adivinando su tristeza, le abrazo rodeándola con su firme cuerpo y con ambos brazos, recordando el inicio de su tragedia, apenas unos cuantos años atrás, cuando todo parecía ser dicha y esplendor a su alrededor, pues siendo  recién casados, olvidaron cumplir del reinado los deberes y su pueblo comenzó a sufrir la escasez de cosechas. La falta de alimentos era ya un problema serio en la comarca; los habitantes enfermaron por ello, las aguas se contaminaron, el viento no soplaba igual y entre la miseria y la hambruna el pueblo entero les requirió su ayuda.

   Ellos solo tenían ojos del uno para el otro y no hicieron mucho caso de las súplicas. La encargada de la salud del rey era una vieja hada madrina del reino de las mariposas que sintiendo una enorme pena por la gente que sufría, decidió llamar la atención de los reyes de una vez por todas. Así fue que al caer la tarde de aquel último día de otoño, poniéndose por el frente de ambos les planto su vara mágica en el piso y les grito con una voz que parecía mas un trueno que un relámpago: -“Aquí están vos, sus majestades, entregados al placer de sus presencias; pues verán, sus vanidades, que la muerte de su pueblo haré yo que se detenga, mas un hechizo aquí les conjuro, que si al suyo pueblo no sacaren de su apuro, no podríais ustedes mismos de su sueño realizar, al momento rey tu esposa preñada de ti ya está y si el pueblo no viviese como ustedes han vivido, cada día de cada año cuando la princesa tenga cada vez su cumpleaños, si los rayos del sol le tocasen la suave piel de cara, manos o cuerpo la evaporaran al acto, y se elevara junto a las nubes, para recordarles a vosotros, lo cruel e injustos que habéis sido, con los hijos de aquellos que algún día anterior habéis llamado pueblo. Mas si vosotros hacéis bien su trabajo, durante el transcurso pero, aún sin finalizar, les será permitido disfrutar de la princesa las  risas, de a por lo menos un año mas, pero si fallaren  en cumplirles la felicidad de sus súbditos, hasta el día de su sexto cumpleaños, la perderán sin remedio, pues los rayos de la luna se unirán a los del sol y las penas de su gente será pues, vuestra pena”. 

   Fatídico día aquel donde la razón regreso en aquellos reyes, pues viendo el daño causado por su descuido sabían el arduo trabajo que sería recuperarse. Una visita al pueblo fue la primera vez desde entonces la que usaron los dos para repartir comida entre su gente, curar a los enfermos y mejorar las viviendas de los aldeanos. 

   Con el paso del tiempo lograron recuperar sus tierras de cultivo, mas el primer año de la princesa ya había caído sobre ellos, la profecía era clara y asustados vieron a los tenues rayos de sol evaporar la piel de las manos de la pequeña que justamente por las acciones emprendidas por sus padres llamaron poderosamente la atención del hada de las flores rojas, la cual fue atraída desde su lugar en el bosque hacia el castillo al sentir desde lejos la emanación de la energía de la pequeña. -“No os asustéis mas, vuestra majestad”- le dijo a la pequeña princesita, he sentido vuestra pena y la congoja de vuestros padres, mas poder no tengo yo sobre el hechizo que aquí habita. La pequeña princesita se asustó al verla volando tan cerca de ella, tanto, que del susto paso al llanto y este despertó a sus desesperados padres de sus pensamientos y absortos estos se quedaron al ver el hada revoloteando. 

   La pequeña hada les hizo entender lo mágico del hechizo que habitaba en ellos y que la lección debería ser aprendida, que su esfuerzo había valido la pena hasta entonces pero sus desvelos no terminarían aún hasta que el último poblador de la tierra mas lejana del  reino, fueran él y su familia tan feliz como lo serían ellos al romper el hechizo, afirmó también que con su magia protegería la piel de la pequeña princesa pero la fuerza de su magia dependería de las buenas acciones realizadas por sus padres. Entendieron los reyes esto y se juraron mutuamente avanzar paso a paso firmemente en conocer a cada familia de su reino y se comprometieron a encontrar la forma de hacerlos felices a todos. 

   -"Busquen entonces, majestades, al final de los cuatro puntos de los confines del reino"- les dijo el hada -"encontrareis en cada uno, si habéis cumplido la promesa que acabáis de haceros, una flor  con delicados pétalos, siendo cada una de las cuatro de diferente color. Unidla a esta flor amarilla que os dejo como muestra de mi piedad y recordatorio de este día tan satisfactorio y trágico a la vez. Cuando completéis las cuatro flores descenderéis por las cascadas de la montaña arco iris y atravesareis por en medio de ellas hacia el adentro de la tierra, busquen pues en la oscuridad la última de las flores. Les recuerdo que si no cumpliesen su promesa alguna vez ya no podréis ver las flores que buscáis y así no podré ayudaros nunca más."-

   -“De acuerdo estamos”- dice la reina- “¿No es así esposo mío?”.

   -“Cierto es, querida reina”- contestaba el rey –“Removeremos todo el reino si es necesario.... ¿pero cuál es la última flor? No nos habéis dicho como era”-.

  -"La reconoceréis cuando sea el momento querido rey, ahora me despido y les dejo el recuerdo de mi hechizo: Cada vez que su promesa cumplan, podrán encontrar la flor que buscan y la existencia de la pequeña podrá ser prolongada, y a ti pequeña, si logramos verte florecer, tendrás la belleza de mi reino en tu rostro y los colores avivarán tu canto.”

   Partió a su reino la generosa hada de las flores, la pequeña princesita había cesado ya su llanto y se quedó profundamente dormida; sus conmovidos padres la recostaron en su regazo y la noche los baño a todos para regalarles una lluvia de estrellas fugaces por el cielo.

   -“Partiré hacia el norte"- le dice el rey a su mujer por la mañana muy temprano del siguiente día -"Encontraré la flor y será mi regalo hacia mi niña"- hablándole a la princesita aun dormida.

  -"Acompañarte no puedo señor mío"- contesta la reina –"Pero te daré nuestros pañuelos para hacerte sentir que estamos contigo”.

   -“Así será, mi bella esposa, así será”-.

  El rey partió con rumbo al norte, acompañado de varios burros, caballos y la corte de caballeros que le acompañaban al rescate de la felicidad de su gente. Tras visitar varios poblados, los lugareños gustosos los despedían por la dicha que les dejaba. Así pasaron muchos meses y al sexto llegó a la zona púrpura que marcaba el final de su reino hacia el norte. 

   Los caballeros buscaron en los límites de éste pero no encontraron nada mas que pasto y flores silvestres. Decepcionado el rey, muy tristemente subió de nuevo a su caballo pero al girar este para regresar, sobre un arbusto pudo ver una discreta flor de pétalos anchos de color púrpura que parecía brillar con un fulgor resplandeciente alrededor. Tomó aquella delicada flor y la guardo junto a su pecho, cerca de su corazón. Todos los presentes sonreían complacidos, la paz estaba regresando poco a poco. 

   El camino de regreso fue tranquilo, mas al cumplir el trayecto de regreso, su esposa le recibió en el centro del castillo, donde los preparativos para celebrar el segundo aniversario de su hija estaban listos; ella con una gran sonrisa y su pequeña de la mano recibieron a su padre con un cariñoso abrazo. Era solo un día antes del cumpleaños de la princesita, por lo tanto, angustiado pero feliz, le contó sus aventuras a su esposa y enseñándole la rosa púrpura se abrazaron llorando con fé y rogaban que se cumpliera para bien, el hechizo del hada de las flores...

miércoles, 25 de julio de 2018

De paciente a impaciente


De paciente a impaciente,
Es un brinco a guiño de ojo,
Mientras te encuentras sonriente
Apostillando el cerrojo.

Un dia mas que asi te encierras
Es otro mas que vivo a medias
Aunque te tenga entre letras
Nunca salen las obscenas.

Amarillo tu vestido
Con zapatos de charol,
Te he invitado un barquillo
De pistache con limón.

Me has dejado esperando
Aquí abajo en la esquina,
Me parece que plantado
Es el papel de mi rutina.

Ya no se si esperarte,
A ver si te miro ahora
O marcharme simplemente,
Aunque marche con la aurora.

Tranquilizo mis neuronas,
Recordándote a solas
Tu y yo juntos en las olas
De los mares de personas.

Una mirada me basta
Para no ser impaciente
Haces que mi ser se abata
A este tiempo inclemente.

Si subo a verte
Quizás te enojas,
Si no espero a verte
Quizás te vayas.

Como quiera la paciencia,
Me la matas inconsciente.
Es completa tu ignorancia,
De lo que pasa por mi mente.

De paciente a impaciente,
Me torturas a tu antojo,
Siempre juegas con mi mente,
Apostillando el cerrojo.




@manuelbrito59
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lunes, 16 de julio de 2018

Sin medida



Hoy aprendí,
Que el amor es un arte,
Que la pasión no es eterna
Y que depende de la carne.

También aprendí,
Que ser honesto
No significa no hacer daño,
Sino que se refiere a preverlo.

Aprendí,
Que la querida compañía no dura
Y querer tener el alma pura
Podría ser una aventura.

Hoy aprendí,
Que la medida es el cielo,
Pero sin tí soy flor sin tallo
Y sin nadie para compartirle 
El alma, corazón y celo.



@manuelbrito59
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domingo, 15 de julio de 2018

Te buscaré



Te buscaré
Entre mis recuerdos,
A ciegas,
A tientos,
Que de los besos fueron cientos
Los que decías que eran nuestros.

Te buscaré
Sin tanto abrigo,
Amor buscando,
Amor mendigo,
Amor que nace en el cobijo
De un inocente peregrino.

Si al encontrarte
Me encuentro el nido,
Donde vibraban a un latido,
Los corazones de amor bandido,
Amor robado,
Nunca bendito.

Me enteraré,
Premio o castigo,
Si en este tiempo
Tan compartido,
Fuimos los dos o fue solo mío,
El tonto error de haber querido.

Te buscaré
Entre mis locuras,
Palabras tiernas
En tus bravatas,
Con tu pasión por andar a gatas,
Voces confusas con que me atas.

Te buscaré,
Para encontrarme
A un viejo amor,
Y así enfrentarte
A desechar besos ausentes
O paladear besos presentes.



@manuelbrito59
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viernes, 13 de julio de 2018

Pozole mío



Ingredientes
1 kilo espinazo o lomo de cerdo (o una mezcla), pedazos medianos.
500 gr maíz blanco para pozole precocido.
½ cebolla blanca grande, pedazos grandes.
3 chiles guajillo secos, sin semillas.
½ cucharada comino en polvo.
1 diente de ajo, pelado.
Sal, al gusto.
Orégano en polvo, al gusto
Pimienta negra, al gusto...
(Rinde 4 porciones)

--¡Mamaaaa, ya lo leí! pero sabes que a mi nunca me ha quedado tan rico como a ti...

   Cualquier día de la semana era igual en cierto modo, las rutinas eran estables, aunque la estabilidad era algo que hace mucho salió volando por la puerta.

   Ramiro y yo nos conocimos en la secu. La historia típica en donde de nuestro amor nacieron tres bendiciones, Luisa, Mario y Nayte...de 12, 10 y 8 años respectivamente.

   Lo difícil de ser madre a los 18 es que nadie te enseña nada de nada.

   Solita una debe de aprender a hacerle de todo, a empezar por la cargada del primer crío. De ese sí me acuerdo que me dolió hasta el alma cuando nació, por puro parto natural en el servicio de salud.

   Los demás fueron mas fáciles, por cesárea ambos, sin batallar. La edad y el tiempo nos dan la experiencia para ir campeándole a la vida sus problemas.
 
   A mis 25 años y con 14 de conocer a Ramiro, los años me han enseñado a ser prudente, recatada, sumisa. Siempre pendiente de las necesidades de mi marido, un esposo firme y fiel a su familia. 

   Él procura siempre estar pendiente de todos nosotros y corregirnos cuando sea necesario. Sé que le causamos problemas, y que en el taller mecánico en donde trabaja necesita estar concentrado, es el trabajador más responsable de todos.

   A la vida que nos tiene acostumbrados es difícil rehuirle: la alacena llena, ropa nueva y zapatos cada dos que tres meses, helado en la nevera, los niños metidos siempre en internet gracias a sus aparatos. 

   Yo también traigo mi parte, le pongo la casa limpia y a mi marido su ropa limpia y lista, me choca que no se le quite las manchas de grasa. 

   Así son las cosas cuando una se casa, las casadas nos debemos a nuestros maridos, a sus exigencias materiales; como tener comida en la mesa y que le guste, bien servida, cocinada y al tiempo en que llega a comerla; lo mismo que en la cama, que me haga suya cada vez que le venga en gana, aunque por dentro solo sienta un gran deslave.

   Así es la cosa, cuando el lo quiera y como quiera seré su amante, a complacerlo sin demorar, esa es mi parte, en este trato que es de dos y eso es punto y aparte.

  Mama lo entiende, después de tantos pleitos y de sus maridos, en su viudez ya se me ha acostumbrado. Al mirar mi soledad y mi desenfado, cuando en lugar de un llanto atroz, me callo y sigo de largo, Mama lo entiende; aunque sé con solo verla que me desaprueba, pero este amor se va de dos y no se queja, y ella nos deja ser, nos deja crecer.

   Así los años con algunos disimulos, mamá se ocupa menos de los problemas de mis hermanos. Yo no me quejo, dejé de darle enfados, ahora sólo quiero disfrutarla, estar con ella, refugiarme entre sus consejos y sus abrazos, pero también quiero morderme la lengua antes de aceptar que quizás esta vez tenía razón, mamá tenía razón. 

   Ella era mi único escape de esta vida de encierro, casi infernal. Ramiro tomaba diario y me golpeaba igual. No me sangraba la cara, si no esta tonto, sabe siempre en donde me pega, así no me dejaba marcas ni moretones. 

   Siempre he pensado, que la culpa es mía, que me he dejado, me he descuidado, ya me he agotado, me puse fea. 

   Cuando nacieron los niños ya no le puse atención, los tenía que cuidar, ya no saciaba sus ganas, sus deseos contenidos, sus impulsos... ya no podía, ni tenía tiempo.
 
   Por eso cuando empezó a andar con Aurora, la vecina, mejor hice como que no veía, sabía en el fondo que no le duraría, hasta que ella se cansó de que él la buscara borracho, con pinta de mamarracho, con el pantalón meado y se notaba aunque éste fuera bombacho. Luego se me escapaba con la Sandra, la piruja del 28, ella sí que sabía hacer su trabajo. 

   Aún así, no me sentía por ella humillada, pues era yo la equivocada. Tan solo era yo quien nunca pudo alistarse por su macho, ni defenderlo a toda costa, defenderlo como hembra. Yo siempre he sido poca cosa. 

  Y por eso mi mamá siempre me regañaba, decía que era toda una dejada, que aunque fuera a la distancia la situación le dolía, que al menos antes confiaba en mi vida, ella creía en que al final la arreglaría, pero que ya la estaba cansando.

  Creo que mamá ya no se toma tan en serio la vida, después que aquel infarto que la dejó en cama durante una buena temporada, creo que ya ve la vida tan ligth que ya nada le preocupa.

   Ahora nos llevamos muchísimo mejor, tan es así que me prometió a principios del año  pasado hacerme el mejor regalo de mi vida, pero tendría que esperar hasta mi cumpleaños, a que lleguen todos mis hermanos, en total los cuatro, con sus consabidas parejas y todos mis sobrinos. Ellos vendrían a invadirme a gritos y correrías de chamacos la casa.

  Lo que recuerdo muy bien, que me da felicidad, es que mi cumpleaños cayó en domingo, fue el mejor domingo de mi vida, demasiado bueno para ser verdad. 

   Estábamos todos, ya sentados en la mesa, mamá servía muy a gusto de las ollas el pozole, ¡ahhh! Que rico estaba. Mamá siempre ha cocinado delicioso. Entonces imagínate el plato rebosando los bordes con el caldo, mientras las presas de carne acumuladas en el centro eran bañados con el maíz quebrado, la lechuga con su rábano en rodajas, los polvos de orégano sobre la cama de blanca crema esparcida sobre todo aquello....y las tostadas, ¡ufff! Las tostadas sofritas en aceite con su toque de salecita y tu exprimiéndole limón para que amarre.

  Así que, aquí estábamos todos, la familia completa, los adultos y los niños. Mi mamá estaba contenta, que digo contenta, estaba feliz. Ya tenía mucho tiempo que no le habíamos visto esa cara, de una felicidad tan radiante que nos recordó a todos lo hermosa que era, por su melena rubia que le cubría a mechones el rostro marcado con el paso del tiempo y nuestras travesuras. Al menos ese día nada pudo romper la felicidad en nuestra vida. Y después de ahí, aun con la zozobra de no saber nada de Ramiro, pude lentamente rehacer mi vida, que parece que empezó desde ese día, el día que mi mamá nos cocinó pozole para mi cumpleaños, cuando estábamos todos juntos celebrando. Precisamente ese día mi madre me dio el abrazo más largo del mundo, deseándome una vida plena y llena de tranquilidad. 

   Se nos salieron las lágrimas, lloramos abrazadas, por lo menos hasta que se me ocurrió decirle que se me hacia raro que Ramiro no se hubiera aparecido para hacernos un drama; todo lo que tuve de vuelta fue un manotazo en la nuca y el gesto molesto de mi madre prohibiendo volver a pensar tan siquiera en semejante animal que lo último que hizo apenas el sábado anterior fue lanzarle una mirada de odio desesperada a mi madre antes de que ella le callara la boca de un bofetón, al menos, eso me dijo ella...y yo le creo.

  Así que me dediqué a disfrutar a mi familia, a mis sobrinas, a mis cuñadas, a todos. Mamá se dedicó a limpiar la casa. Tratamos de ayudarle pero nos regañó a todos, Limpió la mesa, recogió los platos, lavó las ollas y la cocina entera. Se esmero a fondo. El cloro se convirtió en su mejor amigo. Incluso la Coca Cola corrió por litros en su sistema, porque se ha de haber tomado más de cuatro litros. Barrió y trapeo los pisos, sacó las enormes bolsas de basura con restos de comida y huesos que sobraron del almuerzo. Las roció con cloro, para que los perros no las rompan y hasta les dio propina a los de la basura para que nos dejaran limpio afuera, en la calle.

   Estas vacaciones de navidad los niños y yo platicabamos sobre pasarlas con la abuela. 

  Ella dijo que sí, que nos recibiría con mucho gusto. Empacamos todo, cada quien hizo lo suyo, pero yo me entretuve con algo que no había hecho, levantar la ropa que Ramiro había dejado. No había tenido tiempo una vez que me dedique por completo a la lavandería que puse en la casa. 

   Desde que él se me fue, hace cinco meses, no me había caído el veinte. No se llevó más que solo su ropa puesta. Es algo que el idiota ya había hecho antes alguna vez, por eso no se me hizo raro; pero en realidad no importa, al menos de este tipo ya no quiero saber nada.

   A fin de cuentas, me he librado de un cerdo borracho y me he ganado a una madre.



@manuelbrito59
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miércoles, 11 de julio de 2018

Noche, Paz y Luz de Luna



Dulce noche, paz y calma,
Como el mar sin la llovizna,
Como nube que desliza,
Cuerpo etéreo de la brisa,
Que atraviesa y va sin prisa,
Por el Reino de la Luna.

Un silencio permanente,
Me cobija con su manto,
Mil estrellas con su brillo,
Me enamoran con su encanto,
Arena blanca brisa suave,
Con la mar en sosegado,
Sobre arena la gaviota,
Que camina a nuestro lado.

Nos paramos justo al borde,
De las olas lo marcado,
Nos paramos frente a frente,
Como dos enamorados,
Nos tomamos de la manos,
Con la mar cantando al fondo,
Apretamos nuestros cuerpos,
Beso a beso, labio a labio.

Dulce noche, paz y calma,
Con el mar va mi camisa,
Lo demás se va sin prisa,
Todo cae entre juego y risa,
Noche, Paz y Luz de luna. @manuelbrito59 imagen web


Como Quisiera

Como quisiera... Entregarme en el conjuro
De tus ojos, Disimulo
La pena que en mi brota
Al mirar los ojos tuyos
Va pasando de mi orgullo
Deseando parecer
Este embriagador placer
Del futuro conocer
Del saber que seré tuyo.
Y tú vives sin saber
Que mi alma va entregando
En este tiempo tan pasado
Todo lo que fuera yo
Comenzando en un murmullo.
Y terminando por crecer
Que al mirarte a los ojos
Ya no encuentro que creer
Por que siento que el destino
Va juntando mi camino.
Y me lleva por el rumbo
Donde encuentro tu semblante
Y al chocar los ojos tuyos
Más los míos, Disimulo.

Como quisiera entender...
Tantas vueltas da el planeta
Tanta vida ya eh vivido
Tantas cosas con su meta
Tantos años de experiencia
Tanta vida sin clemencia.
Y mira donde vine a ver,
Este claro sentimiento
Que me abruma la añoranza
Y me deja la esperanza
De vivirla junto a ti.

Como quisiera poder...
No dejarte ya de ver
Ni un segundo de mi tiempo
Sin perder conocimiento
Ni memoria de tus ojos
Solo luz de tu mirada
Que mis ojos quieren ver.
Y la vida se resume
A un momento enamorado
Que has llegado así de pronto,
Que la vida nos aguarda
Y a donde le quieras ver
Solo a ti te puedo ver.

Ya no existen otros mundos
Solo ese que hay en tus ojos
Esos ojos que me miran
Que escudriñan y sorprenden.
A mis propios ojos miran
Y los dejas congelados
Con los suspiros ahogados
Por lo que acaban de ver.

Como quisiera un momento...
Ser la luz Que se derrama
Y te llena cuerpo y alma,
Esa luz que te ilumina
A tus labios difumina.
Y a tus ojos da fulgor
Y así tan ilusionado
Por quizás volverte a ver.

Como quisiera poder
Tan solo volverte a ver.


@manuelbrito59
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