Hoy

Hoy

Hoy,

Deberías estar aquí,

Ya te ha traído a mí tu recuerdo,

Comenzó por atarme al cuello un nudo.

Me ha traído tu piel de ángel borrascosa,

Una piel Tersa, blanca, pálida y sedosa,

Vino tapizada de pequeños dulces besos que tatuados 

Fui dejando a mordiscos.

Vestida con aromas de principio a fin de forma inescrupulosa,

Por la punta incesante e insaciable de mi lengua traviesa,

Recorriendo van mis labios en pequeño arrastre,

Cada poro de tu piel caliente,

Labios que no terminan nunca de grabarse,

Los centímetros de tu piel ardiente.

Te mantienen presa y rehén de este ardor hiriente, 

Que destapa inexorable e incoherente,

Deseos de piel que nunca cedes.

Hoy,

Deberías estar aquí, 

Para poder convertir mis sueños húmedos, 

En gotas de sudor pacientes.