Qué por fin ya eres mía;
Le dije también al tiempo,
Que hace mucho que te conocía.
Les gritaba muy contento
Que al fin la vida sentía;
Gritaba a los cuatro vientos
De la risa en tu mejilla.
Pregonaba cual ventero
Que la pasión nos atendía;
Y es que no cabe en el pecho
Tu recuerdo miel vainilla.
La humedad baña mis ojos,
Tu templo espera en mi abadía;
Nuestro café quedó en testigo
De lo feliz que fuí este día.
@manuelbrito59
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