Ayer soñé

-Ayer soñé
--‎¿Que soñaste?
-‎Volví a soñar contigo
-‎-¿Otra vez soñaste conmigo?
-‎Sí, ¿tu crees?
-‎-Porque haces eso? Eres un tonto...
-‎Ya sé, ya sé, a-m-i-g-o-s, ya lo sé
--Yo también quisiera que fuera distinto pero..., tu sabes.
-Si, no te apures, ya sé, ni modos, cuando te toca te toca...y a mi, no me tocó estar contigo.
--Yaaaa, no insistas. Por ahora déjalo así. Ya veremos que se dá con el tiempo ¿sale? Mientras dime: ¿Que soñaste? Andaaa, dimeee...
-‎Esta bien, tú ganas, pero solo escúchame ¿sí?
--Esta biennn. Solo escucho.‎
-Anoche soñé con tus labios
--‎Ya vas a empezar con eso, y yo, no puedo corresponderte, lo sabes...
-‎No, ya se que no, pero espera te digo...
-‎-...‎
-Anoche soñé con tus labios, con los carnosos labios, color encendido como las dos brasas del fuego ardiente que se encuentra escondido tímidamente en mi pasión, la que espera con emoción, encontrarse contigo para morir benigno, y lentamente a tu lado, sabiendo por lo menos en mi sueño, que mis pesares por tu amor, habían por fin terminado.
Así que confiado, en mis sueños, te tomé por debajo de un brazo, y extendiendo el otro lo deslicé por debajo de tu talle, enlazando de esta forma, tu cuerpo y el mío saltándome toda norma.
   Sin tener el menor resquicio, ni de la vanidad el vicio, me dispuse a sujetarte fuertemente, hasta poner tu rostro y el mío frente a frente.
   A sabiendas de haber logrado, lo que tiempo atrás había anelado, un beso tuyo, que sabes bien que es algo que largamente, y no es secreto, he deseado.
Besar tus labios, atrapado por tu vientre, sintiendo tu piel ardiente, mientras juegas con mi mente, y me envuelves dulcemente, en esa cabellera tan tuya, tan larga y tan brillante.
   Así, como ahora, te soñé de cerca, y cerca es poco, te sentí la piel, el pelo, y a tus labios toco.
   Dibujando, con las palmas de ambas manos, por tu rostro, una figura parecida a una esfera, una completa, en donde se acabe mi espera; una esfera, que no sea de un material cualquiera, pero que pueda contener, adentro, lo que mas amo y tanto añoro, tu cuerpo, el mío, y un beso sincero, de tus carnosos labios rojos; que nos contenga, y el tiempo detenga, que no se escape, que el tiempo fundidos en un beso eterno nos atrape, que no te importe, que no me despierte, ya que es mi sueño, y en esa realidad de un beso tuyo, por fin podría con tu permiso, ser su dueño, ser el dueño de un beso robado, que no deja de ser sagrado; por todo lo acontecido, en mi sueño, un beso tuyo, robado o no, ha sido bendecido.
   Bendito sueño que me dejó a tus labios pegado, tanto duró en mi sueño un momento, como el que quiero que dure este otro, en donde me pierdo mirándote los labios.
‎--Ya sabes que te voy a decir lo mismo.
-Lo sé, no me importa.
‎--Aun así, sabes que te quiero.
‎-Eso también lo sé. Ya debes irte.
‎--También eso lo sé, pero...¿y mi beso?

@manuelbrito59

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