Hora de dormir
-Ya sé que quieres acostarte aquí
-Vi que venias, lo ví, lo ví, ví que venías y cuando te pusiste a preparar la cama para acostarte deje mi colchón para venir a acompañarte
-Eres un buen chico, al menos hoy no apestas, anda, deja de besarme
-No, no, no, tú eres mejor, mucho mejor, eres mejor ¿quien es mejor? Tú eres mejor.
-Esta bien, tranquilo, ayer te portaste bien, por eso después del baño te toco una buena cena.
-Pero no estabas tú, no estabas, no estabas, me dieron una toalla nueva y me pusieron perfume, perfume, ¿Porque no les gusta como huelo? A mi me gusta como hueles, me gusta, me gusta
-Creo que te emocionas mucho, a ver si no te da un paro cardíaco
-¿Que vas a hacer al rato? Al rato, al rato, ¿Que vas a hacer?
-Ya súbete a la cama, dejame dormir un rato, anda, ya
-No me acomodo, me muevo, me voy a mover, no me acomodo, iré del otro lado; no me gusta, estaba mejor ahí, aquí esta bien; no, no esta bien, no me acomodo, quizás si me pongo al revés, o mejor de cabeza y tal vez, mejor de cabeza
-Deja de hacer eso, ya estas aquí, ya solo aplástate y deja de dar vueltas
-¿Que dices? Ya me había acomodado ¿que dices? ¿eh? ¿que dices?
-Coco, deja de lamerme, para ser un perro chihuahua eres muy efusivo, ¡Coco! ¡ya acuéstate!
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