Espacios

Haces espacio.

Dejas silencio.
Marcas la trama del desaire
Y cuando no me contestas...
Casi siento que me muero.

Quizás no tanto
Como cuando me recibes la llamada
Para darme un cortonazo,
Dejándome al teléfono ahí colgado.

¿Y para qué?
Infantilismos.
Insensatez.
Vana renuencia
Al despertar de la conciencia.

Pero lo intentas.
Por dentro luchas.
Sé que te esfuerzas
En mantenerte fuerte y coherente,
Entre tu mundo material y mis deseos de despertarte.
Pero te niegas.
Hasta te ufanas.

Cuelgas del nido de la pereza.
Toda esperanza muere en vileza.
No hay oro tonto,
Sino que un tonto que cree en el oro
Y ahí estás tú.
Tan cabizbaja.
Te lo has creído.
Sabes del mundo el bien contenido
Pero argumentas que es retraído,
Que el beneficio de sanación no es lo tuyo.

Escaso y absurdo
Tu pensamiento.
Pero es de abolengo.
Lo traes de antaño.
No sueltas el daño que te autolesiona.
La idea te obsesiona.

No sueltas el mundo en el que te contraes.
Al oro no atraes,
Más por el contrario,
Más pronto te escupe
Se te esconde y te huye;
Y de ahí no lo encuentras.

Pero lo traigo de vuelta.
Patea el ingrato y patalea.
Como sea se resigna.
Mala cara en estigma.
Me hace caso y regresa.
Viene poco a pedazos y también tambalea.
Lo convenzo a que vuelva.

Y así es como te lo traigo.
Y lo dejo contigo.
A mí más fiel amigo.
Pero aún así tú no contemplas
Que desde aquí yo no valgo.
Pues sin él para tí yo no existo.
Ni yo,
Ni las mil y una veces
Que te he dicho que te amo.

Haces espacios.
Dejas silencios.
Marcas la trama del desaire
¿Y cuando no me contestas?
Casi siento que me muero.


@manuelbrito59
Imagen web