Translate

miércoles, 23 de agosto de 2017

Mi pequeña Amanda

Mi pequeña Amanda



No insisto en la gravedad de tus lamentaciones, aún en esta noche clara un frío infinito se esparce por toda la cuadra, persigo tu sombra hasta verla caer de palmas sobre el asfalto, no hay días contrarios, no hay días equivocados; pensabas correr, lo supe de repente, me pude dar cuenta, con el silbido del aire que entró de repente por el vidrio roto de la ventana del segundo piso donde te mantenías cautiva, preciosa, hermosa y expectante; con tus lacios cabellos castaños cayendo suavemente sobre tus hombros y el travieso fleco tan infantilmente cortado te cubría la frente.

Aquella silla me ha quedado enteramente mal, le he confiado lo que más quiero, lo que más anhelo, lo que más...sin embargo reconozco no haber sido muy bueno con los nudos, aquellos nudos sobre tus muñecas y tobillos debían mantenerte a la vieja silla de madera sujeta, bueno !Ya¡ ¿Cómo podía imaginar que saltarías sobre ella hacia atrás para romperla? Eso fue lo que me hizo subir a verte, la preocupación de tu cálida presencia en mi vacía habitación, donde escasos muebles me acompañan, entre ellos las viejas sillas y una mesa esperaban que compartiéramos la vida de amor y compromiso que tanto había deseado tener a tu lado desde que éramos niños, pero no, seguirán esperando; se te ha ocurrido una mejor idea al liberarte de la silla y por el balcón del segundo piso a través de la ventana salir escapando; como si nada, que si ya me tenías preocupado ahora me tenía asustado, imposible vivir en paz y tranquilo con tanto sobresalto que me causas, ¿entiendes ahora lo que se siente el estar preocupado?

Ahora que llegamos a la calle pude darte un buen dardo tranquilizante, gracias a Dios estás bien, sólo unos rasguños por las rodillas delante, no hay problema, no llores, no pasa nada, ten paciencia ya pronto todo esto se acaba, huuuuy, tranquila con tanto arañazo, me recordaste los días en que vivía mi gato, aunque a él no le gustó mucho la primera vez que lo arroje al caldero de agua hirviente, (ahí fue donde me arañó salvajemente), la segunda fue más fácil aunque igual que tú no se callaba, por cierto, resistió bastante la bolsa de lona en donde estaba; ya no llores por tu mami, ya se quedó dormidita, allá en tu casa la deje descansar, tranquilita; por tus hermanitos ya no hay inconveniente, salimos a jugar al río de la cascada, aunque se me perdieron dentro del agua muy rápidamente, ¿no sabían nadar y no podían haberlo dicho antes? en fin, ya no tienes de qué preocuparte, nuestro amor profundo nos llevará a otra parte, levántate del piso no estés vacilante, tenemos un futuro de amor puro por delante.

Anda cariño, piensa en nuestro primer niño, que con tus veinte años no perderás figura, y yo te seguiré amando hasta la sepultura, ¿que no entiendes lo que digo? pero es que tú me has llenado de este motivo, pararte en el paradero mientras paso con mi taxi, siempre a la misma hora y con la misma praxis, me enamore de ti perdidamente, y tú, tan hermosa e inocente, con el uniforme escolar tan brillante, me has devuelto una sonrisa complaciente.

Llegamos por fin de regreso a la casa, me cansaste la mano por traerte de vuelta, a jalones de pelo te traje por que no dabas la vuelta, ya viste que gritar no te ayuda, la calle siempre ha estado vacía desde que la casa me la dieron el primer día; ahora mi amor es tu casa, vida mía, siéntete cómoda, aunque sé que debes estar un poco adolorida, no me veas con esa cara de angustia y esa mirada aborrecible, te he salvado de tu familia que en verdad eran de lo más terrible, tu mamá una drogadicta mal encaminando al robo a tus hermanitos, de tu papa el abandono por no ser más que un triste borracho de callejones oscuros, pero tú, la más bella adolescente de nuestra pequeña escuela, te ves sorprendida querida, ¿Qué? ¿No se te ocurre nada? ¿Acaso pensabas que no me iba a preocupar por mi adorado tormento?

Plagada de risas mientras te acompañaban, aquellos molestosos compañeros de tu escuela, y aquellas empalagosas amigas que no te soltaban, en verdad fue difícil haber tenido esta nuestra primera cita a ciegas ¿Nunca te dijeron que caminar pegada al celular era peligroso? Pues mira que fue algo bueno, al menos así tú y yo pudimos conocernos tan íntimamente, tan románticamente, tan tierna tú y tan varonil yo, haremos que la luna cierre los ojos cuando nos vea unidos haciendo figuras de amor por la ventana, anda, sigamos subiendo este último peldaño del segundo piso; ¡No! ¡No! y ¡No! no me pidas que por favor no lo haga, que por favor ya te deje, no puedo dejar de pensar en tu piel de durazno con aroma a fresas; cinco años verte crecer todos los días, cinco años de esperarte día con día, cinco años conteniéndome de...puuuf, arrojarte a la cama no parecía tan complicado, aunque has caído sobre el colchón de una forma grotesca, haciendo una figura de lo más complicado; parecías más liviana allá abajo, ahora tienes el cuerpo más pesado.

Vaya que me he cansado, agradezco tanto que ya no me llores, voltea, no te quedes viendo la almohada, te vas a torcer el cuello, voltea, Amanda, voltea; aguarda...¿Qué es esto? ¡No! ¡No me hagas esto Amanda! ¡Respira por Dios, respira!... ¡Santo cristo torturado de todos los cielos! ¿Porque a mí señor? ¿Por qué te ensañas sacándome estas tristes y amargas lágrimas de dolor con la partida de mi pequeña Amanda? ¿Acaso no tienes piedad con tu hijo? ¿Pero qué rayos te he hecho yo para que no me permitas conocer el amor bajo tu cielo?



imagen web

No hay comentarios.:

Publicar un comentario