Absurdo e inerte de tu mano voy tomando,
La espera paciente de una espada incoherente,
Minúsculo martirio en una brisa insolente,
Cálido dardo que me afecta y da quebranto.
Puedes dármelo un momento,
También quitármelo en modo sangriento,
Quizás crear en mí mucho suspenso,
El suficiente para dejarme sin aliento.
Lo tomo justo como quieres y lo entregas,
Una cachiporra que esgrimes con fuerza,
Atacas plenamente y sin piedad a la cabeza,
Golpeas, hieres y al sangrar restriegas.
Lo tomo ya mismo pues no vuela en vano,
Debiera evitarlo cada vez que me retiras,
Lanzando al viento la espada que me tiras,
En un beso volado que me envías con la mano.
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