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domingo, 12 de septiembre de 2021

Roja sangre.


   Muerto en vida es un equivalente a no sentir mientras respiro, aún cuando por alguien suspiro no termina una vida por salirse de mis sienes. ¿Para qué tanto suplicio? Argot flagrante de millonésimas miradas que argumentando bienestar, sólo contemplan mi caída y aún, en vano ha sido.

   Tres argumentos me han aventado, tres argumentos me han enterrado, con sólo tres me dieron por muerto y yo solo veo dos, tus ojos, desde el fondo de una ensoñación inconsciente.

   Atigrado el sistemático avance, me cubre de agua, de lodo y de embalse, secando entrañas con su habladuría, de la cual se precian de saber desde su monarquía de papel institucional sin saber que no cumplen moral, apabullando con su enorme peso y su cruel desdén a un tibio destello. 

   Ignorantes incrustaciones, envuelt@s en batas tan "inmaculadas", simulantes del conocimiento, resguardan la vieja rueca del aplastamiento y desde sus pálidos consultorios, se siguen así mism@s que el último pulsar de un hombre no se encuentra en su mente sino en su voluntad, y es la fuerza de este pensamiento la que me saca de quicio al sentir el tormento de sentir el filo y el peso enorme de la piedra molino, aplastándome entre sus agujas, sus intravenosas y su desatino.

Madre tierna, madre gaia, madre eterna, si te pidiese un espacio no mayor a los tres metros no sería éste un mal momento para que me cobijes... 

   De este lado, entre estos a quienes cualquier human@ mal podría llamar amig@, no se encuentra uno precisamente a muchos, no aquí, así que por la mente de este escuálido esqueleto te aceptaría sin chistar ese cálido beso que en tí me aguarda ¡y es en entonces!, cuando te esperé, y esperé y esperé y me desesperé...

Y cedí mi espacio nada elegante, tan sólo un espacio dentro de la fila, "muy agradecid@" dijo la encarnada venerable que apenas andar podía por su descompuesto cuerpo y tú, insoportable liviandad llamada vida, le has conseguido minutos en esta diminuta estancia, ya que se vé que desde muy temprano hasta esta hora de la tarde, aún se le dió tiempo y lujo a ella, de su piel enjuta y seca maquillarse, con la esperanza efímera de un espacio en el sistema, en donde la rueca no le aplaste y muera un poco más por la ignominia de no haber llegado a tiempo a sacarse cupo en una fila que nunca va para ninguna parte, tan sólo llegó ahí porque se fue creyendo que apostando a la sabiduría de las batas ella podría salvarse.

¡Ave Dioses del Olimpo! ¡La cristiandad me ha salvado! Por mi trato al Baphomet me han humillado... (y ya que si al mismísimo demonio le he encontrado iracundo, desnudo y descorazonado, ni veo porqué carajos me encuentro aquí, pasmado).

¡¡Grita!! 

   Me gira el mundo interno proyectando mi alma etérea, que si a ésta espera te has aguardado no te ha valido en nada ya que entre instituciones de vanguardia de salud te han escupido, te han pisoteado, te han humillado... 

¿Necesitas de algo más para levantar del piso tu ego?

  Separa ya tu corazón de la razón funesta, deja de pensar en tí como cosa modesta y vuelta al oscuro pensamiento de sacar la magia que escondías para no ser sobresaliente. Pierde tu útero, suelta tu cáliz ¿a quién le importa si nadie sabe qué es lo que sostiene tu cérvix? 

   Y no es coraje, no es valor, es tan solo que la fuerza que te impulsa es el amor; el diálogo cerrado entre tu cuerpo de mujer original, vehemente y creadora de toda vida, en evolución constante en una retomada hombría cuya más definitoria parte tan sólo es un glande que culmina con su propia fuente de vida.

   Yo soy quien soy y me rebelo contra todo el sistema, retomo luces de mi memoria y no pienso en recaer a esta cofradía, de ladrones mentirosos, que roban tiempo de vida (y aun rijosos), contemplan quietos tan sólo el paso de la altiva liviandad llamada vida... 

   Me alejo ahora sin prisa levantándome del suelo sacudiéndome cenizas para levantar el vuelo con éstas alas tan ígneas sin volver la vista atrás, al menos, hasta mi próxima caída, muerte y resurrección en vida.

(¡Ojo!, Que muerto en vida es un equivalente a no sentir mientras respiro.) 

   Elevo el vuelo para irme al encuentro de la última alma por la que suspiro; entendiendo que es por ella, mi pequeña estrella, por la que la vida nunca abandonó mis sienes. 


@manuelbrito59
Imagen de archivo

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