<Respiro casi profundo, los ojos cerrados, la cabeza a la izquierda recostada, sujeto con la mano el móvil mientras apoyo mi antebrazo sobre la colcha de edredón a cuadros que cubre la cama, mi favorita, por cierto; no es precisamente la mas suave por que no es de algodón siquiera, pero es mía y con su calor me abraza, igual que lo hizo contigo mientras estuviste aquí. Ahora ya te has ido; al menos ya no peleas por la sabana, la almohada o la cobija...
Sin embargo no llega el sueño, solo un silbido sordo, largo, asfixiante.>
Sin embargo no llega el sueño, solo un silbido sordo, largo, asfixiante.>
¡Drop!
<El móvil me entretiene, lo suficiente para no pensar en las jornadas que me esperan al día siguiente...mañana será domingo. Según planeaba, quizás podría irme caminando por la cuadra, llegar al paradero de autobuses, abordar cualquiera, a cualquier parte, a donde sea, el primero que pase. Quizás con suerte, me toque uno que vaya al centro; así que me pasaría el rato caminando entre la gente, los aromas de los puestos de comida, aparadores de ropas, liquidaciones con descuentos en pequeñas montañas apiladas; si fueras tú el que los vieras, no le pensarías mucho, ni dos veces tan siquiera, ahí estarías de puesto en puesto, que si la camiseta, que si las faldas, que las bermudas, que si ya te dio hambre y que si te llevo al puesto de kekas… o al de tacos, aunque ni con cinco te llenas.>
¡Dríp, dríp...!
<Una agua fresca para el desembuche, o quizás una gaseosa; con lo tragones que somos cualquier cosa sera siempre poca cosa, pero en fin, ahí vamos viendo; sin embargo, la caminata se me hubiera hecho larga sin pasar por aquel puesto, el de malteadas, el que vende aquellos vasos enormes de batidos de colores y pinceladas claras, ya sea por el chocolate o la vainilla, o aquel que te gusta porque le hechan natilla, y no me invitas, ja, ja, já… ¡Tómala! por egoísta, ahora lo tendré yo sola, ¿Cómo ves? Para mí, sin que me pidas...egoísta, egoísta, e-go-ís-taaaa.>
¡Drop!
<¡Rayos! Me dolerían los pies de tanto andar y tú, en tus chanclas escandalosas seguirías como si nada, ¡clap clap! por aquí y tu ¡chip chop! por allá. Vas y vienes de volada, pareces del viento enamorado por que solo a él, a él si lo persigues; a mí me ignoras cuando te hablo pero por sentir el viento en la cara vas andando tan rápido como puedes.
Luego, para la tarde, ya vendríamos a comer ahí por la zona de los carritos, los del toldo verde, los que venden el pozole del rojo, del grano de maíz grande, ese que compartimos porque viene bien surtido el plato, con sus hartas tortillas, su pastura suficiente y los montones de tostadas para quebrar en el plato. Ya se que a ti no te gusta con tanto orégano, pero a mi sí me gusta el olor que deja en las manos, junto con el chile habanero y las rodajitas de rábano. Aunque no lo parezca, yo sé que te gusta hacer una montaña de cebolla y cilantro picado sobre de tu plato, para luego quejarte de que te apestaba la boca. Sin remedio, nada que una coca no te arregle.>
¡Dríp, dríp...!
<Todo bien, hasta ahí, pues como siempre te digo, todo esta muy bonito hasta que comienzan los gritos...que si el llévelo llévelo, por allá, los parceros gritándose tonteras de entre ellos, niños persiguiéndose y buscándose a gritos; perros ladrando hacia la calle desde los techos de las casas circundantes...odio los gritos, el ruido, me molesta...pero tú, o sea, a tí ni te incomoda, haces como si nada pasara...la vida continúa con su ruido de fondo mientras hacemos los dos nuestras consecuentes vidas paralelas y simultáneas.>
¡Drop!
<No, no me gusta, me pone chancha. Últimamente me ha dado por evitar todo conflicto banal y callejero, toda superficialidad para no discutir con el aliciente del silencio, no por que no tuviera razón, sino para evitar las palabrerías de los demás, como en el inicio de nuestro fin de semana.
Al viernes fue, que si salimos a casa de tus papás o que si nos quedamos en la casa, no tenia sentido en realidad. Sólo era una opción, te dije que haríamos lo que quisieras pero al mismo tiempo quise hacerte saber que prefería quedarme en casa apachurrada en el sofá viendo películas.
No se cuando te comenzaste a poner duro, quizás fue el frío que se colaba por el odio, que toleramos ambos dos con tal de no ceder ni un breve espacio, de no perdernos cada quién en la insaciable inanición emocional del otro, pero ahí estaba el hecho.>
Al viernes fue, que si salimos a casa de tus papás o que si nos quedamos en la casa, no tenia sentido en realidad. Sólo era una opción, te dije que haríamos lo que quisieras pero al mismo tiempo quise hacerte saber que prefería quedarme en casa apachurrada en el sofá viendo películas.
No se cuando te comenzaste a poner duro, quizás fue el frío que se colaba por el odio, que toleramos ambos dos con tal de no ceder ni un breve espacio, de no perdernos cada quién en la insaciable inanición emocional del otro, pero ahí estaba el hecho.>
¡Dríp, drop!...
<Entrecerrados los ojos, meditabunda, analizaba el recuerdo de tu desobediente y hostil actitud de hace unos días...>
¡Dríp, drop! ¡Dríp, drop!...
<¿Te habré llevado al hartazgo? ¿Será que el recuerdo de una vida de placeres te ha sido más fuerte que la vida que llevamos tratando de cumplir nuestros deberes?>
¡Dríp, drop! ¡Dríp, dríp, drop!
<¡Maldita gotera! Le dije que la arreglara, maldito vago, ni eso quiere hacer por mí. Ahora lo arreglo yo...>
--¿Qué tiene una persona que hacer para poder dormir en su propia casa, maldito infeliz?
¡Tuck! ¡Tuck! ¡Tuck!
-¡Argh! ¿Porqué... Susana?
-¡Argh! ¿Porqué... Susana?
¡Dríp, drop! ¡Suishhh!
¡Dríp, dríp, dríp...! ¡Suishhh...! ¡... !
<¡Aaaah! ¡Silencio al fin! Quédate ahí, vago, que tu inmunda y egoísta humanidad sirva para dejarme dormir sin esa gotera en la tina.
¿Quién lo diría? Pensé que nunca usaríamos esa hacha para incendios.>
--¡Descansa, Gordo! Ahora que la tienes contigo cuídamela en tu panzota, al rato que me despierte la termino de lavar.
¿Quién lo diría? Pensé que nunca usaríamos esa hacha para incendios.>
--¡Descansa, Gordo! Ahora que la tienes contigo cuídamela en tu panzota, al rato que me despierte la termino de lavar.
@manuelbrito59
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